Menos sal, más vida
Reducir el consumo de sal a la mitad es tan beneficioso como dejar de fumar.
El consumo excesivo de sal es responsable de varios problemas de salud relacionados, no solo con las enfermedades cardiovasculares, sino también con la insuficiencia renal, la osteoporosis o el cáncer de estómago. Reduciendo al menos la mitad del consumo de sal diario obtendríamos beneficios en nuestra salud comparables a los derivados de dejar de fumar.
Se estima que los argentinos usamos diariamente de 12 a 13 gramos de sal por persona mientras que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda no más de 5 gramos. De este consumo, el 60% de la sal proviene de alimentos procesados y el resto de su uso en la preparación casera de alimentos.
Disminuir el consumo diario de sal reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares tanto en personas con hipertensión como con presión arterial normal.
¿Cómo reemplazar la sal en las comidas?
La sal tiene como principal propiedad realzar los sabores de los alimentos, sin embargo, existe una variedad de especias que podemos utilizar en reemplazo de la sal. Te damos algunas sugerencias:
- Ají molido: carnes / hortalizas / rellenos y guisos
- Albahaca: sopas / pastas / verduras y ensaladas
- Azafrán: hortalizas / arroz / cazuelas / pollos y paellas
- Clavo de olor: carnes rojas / pastelería / frutas y compotas
- Estragón: crema / jamón o carnes / ensaladas verdes
- Jengibre: pescados / arroz
- Laurel: estofados / salsas / adobos / vinagretas y escabeches
- Orégano: pescado / carne asada / pollo / hortalizas / legumbres / rellenos de pastas / salsas y pizzas
- Perejil: combina bien con ajo y aceite de oliva
- Pimentón: salsas / guisos y carnes
- Romero: cordero / lechón / pollo / legumbres / masas saladas para panes
- Salvia: cerdo/cordero / pescados / lácteos / ensaladas y legumbres
- Tomillo: carnes y legumbres
- Vainilla: pastelería / bebidas / repostería